MARTES
15 DE AGOSTO DE 2017
SOLEMNIDAD
DE LA ASUNCIÓN DE
LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
ENTRADA
La liturgia de hoy nos invita a dirigir nuestra mirada hacia la Virgen,
a la que todas las generaciones llaman bienaventurada, porque el
Poderoso hizo obras grandes por ella. esta antiquísima y querida solemnidad de
la Virgen, que año tras año vuelve a alegrar el corazón de los creyentes, es
una invitación a mirar hacia lo alto, a mirar a María glorificada también en su
cuerpo, para que recuperemos el auténtico sentido de la existencia y nos
animemos nuevamente a caminar con confianza por los caminos de la vida.
1ª. LECTURA: (Apoc 11, 19a; 12,
1-6a. 10ab)
María es figura de la
Iglesia porque dio a luz al que sería el rey de todos los pueblos. Su asunción
es signo para toda la humanidad de la victoria de nuestro Dios sobre el mal, el
pecado y la muerte
SALMO
RESP.: (44,
10b-12. 15b-16)
R. ¡De pie a tu derecha
está la Reina, Señor!
Cristo es la primicia
de los que resucitaron de entre los muertos. María, tan próxima a su Hijo, por
su fe, por su divina maternidad, ha compartido ya también su victoria sobre la
muerte
EVANGELIO: (Lc
1, 39-56)
En el santo Evangelio
cantamos juntos con María, la alabanza del Dios que salva, del Dios de los
pobres y humildes
ORACIÓN DE LOS FIELES:
"POR MARÍA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
v Padre, para que
la Iglesia y el Papa Francisco, sean testimonio de fe, esperanza y caridad,
oremos...
v Para que
podamos formar, junto a nuestro Obispo, una comunidad diocesana verdaderamente
comprometida en el servicio a los hermanos, te pedimos...
v Por la paz en el
mundo, para para que el Señor conceda a las
poblaciones y gobernantes, la sabiduría de la
solidaridad y la paz, te pedimos....
v Para que
nuestra Patria vuelva a ser tierra de María, en donde todos seamos hermanos, te
pedimos...
v Para que todos
los pobres, los humildes, encuentren en María la fortaleza en medio de sus
necesidades, sabiendo que ellos son los bienaventurados de tu Reino, te
pedimos...
v Para que todos
los católicos, sabiendo que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y
alma, como se nos ha prometido, nos renueve la esperanza de nuestra
resurrección, te pedimos...
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
En medio de un mundo que vive angustiado, los cristianos debemos ser un
auténtica señal de esperanza; pongamos junto al pan y el vino nuestra
disposición a serlo.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el
celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se
hace poner de pie a la asamblea
COMUNIÓN:
Jesucristo, nacido de
María Virgen, que murió y resucitó para darnos a todos la plenitud de la vida,
es el verdadero Pan de Vida, el alimento que ahora es nuestra comunión con Él y
con nuestros hermanos.
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