Bendición de las velas
(en el día de san Blas, obispo y mártir)
C. Nuestra ayuda nos viene del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Omnipotente y amabilísimo Dios, que creaste la diversidad de todas las cosas
del mundo solamente para tu Hijo, y que quisiste que tú mismo Hijo se encarnara
para la Redención. Tú, que eres grande e inmenso, digno de toda reverencia y
alabanza, que haces cosas admirables; para confesar cuya fe el glorioso mártir
y pontífice san Blas, no temiendo la diversidad de los tormentos, consiguió
felizmente la palma del martirio: y que al mismo Santo, entre otras gracias, le
diste esta prerrogativa: que por tu poder curara cualquier mal de la garganta;
rogamos humildemente a tu Majestad, que no mires nuestras culpas, sino aplacado
por los ruegos y méritos de san BIas, te dignes bendecir + y santificar por tu admirable piedad estas
candelas, infundiéndoles tu gracia; a fin de que todos aquellos a quienes les
fueran aplicadas por su buena fe, en su garganta, se vean libres de cualquier
mal de la misma por los méritos de su pasión y alegres y sanos te rindan en la
Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso Nombre, que es bendito por los
siglos de los siglos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
P. Amén.
y se rocían con agua bendita.
Luego las aplica (sin encenderlas) a las gargantas de cada uno de los fieles
mientras dice:
Que por la intercesión de san Blas, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal
de la garganta y de cualquier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo.
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