JUEVES
SANTO
Jueves
2 de abril de 2015
MISA
VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR
ENTRADA
Antes
de la salida del celebrante y los ministros.
Hermanos, hemos
concluido el tiempo de Cuaresma, y con la celebración de esta Sagrada Liturgia,
denominada "Misa de la Cena del Señor", en horas de la tarde, ya que
el atardecer responde mejor al hecho histórico, iniciamos la vivencia de los
misterios más sublimes de nuestra fe, que culminarán en la Pascua de
Resurrección.
"Con su palabra,
el Verbo hecho carne, convierte el pan en su cuerpo y el vino en su propia
sangre; aunque fallen los sentidos, es suficiente la fe” estas palabras de
santo Tomás de Aquino convienen perfectamente a esta liturgia vespertina y nos
ayudan a entrar en el núcleo del misterio que celebramos.
La liturgia de este día
prevé central la atención en tres misterios de singular importancia: la
Eucaristía, el Orden Sagrado y el Mandamiento del Amor.
Comienza la liturgia de
esta celebración, estando el Sagrario vacío. Al término de la homilía se
procederá al "lavatorio de los pies", en el que quien preside la
celebración, realizará este gesto de humildad, hospitalidad y fraternidad,
realizado por Jesús, con un grupo de doce hombres, que recuerdan a los
Apóstoles, a quienes Jesús lavó los pies durante la última Cena, haciéndose Él,
el Señor, servidor de sus discípulos.
A la finalización de
esta celebración que nos introduce en el Triduo Pascual de la Pasión y
Resurrección del Señor, llevaremos solemnemente el Cuerpo de Cristo hasta el lugar
reservado para que, hasta la medianoche, cada cual pueda darle culto,
acompañarlo ofreciéndole un poco de su tiempo; será desnudado el altar y ya no
se celebrará la Eucaristía hasta la noche de la Vigilia Pascual.
Nuestra participación en
esta celebración, no debe limitarse a la conmemoración de lo ocurrido hace casi
dos mil años, sino que, hoy más que nunca debemos compenetrarnos del misterio
que celebramos: la Santa Misa, la única, la de Jesús, que se actualiza en el
tiempo y en el espacio, pero que sigue siendo la misma de la primera Semana
Santa, en la que se derramó su sangre y murió por nosotros, para que pudiéramos
resucitar junto con Él, pasando de la muerte del pecado a la vida de hijos de
Dios.
1ª.
LECTURA: (Ex 12, 1-8.
11-14)
Empezamos leyendo la
historia de la cena de la pascua de los judíos, que el propio Jesús celebró
antes de su muerte, y en ella instituyó la Eucaristía, que es para nosotros,
también, el memorial de nuestra liberación.
SALMO
RESP.: (115, 12-13. 15-16bc.
17-18)
R. ¿Con qué pagaré al Señor, todo el bien que me hizo?
2ª.
LECTURA: (1 Co 11,
23-26)
"En el relato más
antiguo que ha llegado hasta nosotros sobre la institución de la Eucaristía,
san Pablo afirma que es el memorial de la última cena y, al mismo tiempo, el anuncio
de la venida escatológica de Cristo."
En el Evangelio, el propio
Jesús nos enseña qué es lo que celebramos: que Él, nuestro Maestro, se ha
entregado hasta la muerte. Y esta entrega debe ser también la nuestra.
HOMILÍA
LAVATORIO
DE LOS PIES:
Y ahora, imitando la
acción de Cristo, que nos ha descrito el Evangelio, quien preside nuestra
celebración lavará los pies a doce jóvenes de nuestro instituto, miembros de la
comunidad, y como signo de servicio a ella. Es una invitación a la unidad, a
ponernos todos, humilde y cordialmente, a los pies de nuestros hermanos. La
asamblea puede permanecer sentada.
ORACIÓN
DE LOS FIELES:
"Señor escucha
nuestra oración"
Por la Santa Iglesia, para que todos los hombres encuentren en ella
la expresión de la caridad, oremos...
Por nuestro Santo Padre Francisco, nuestro Obispos, sacerdotes y
diáconos, para que, fortalecidos por tu Espíritu, sepan llevar el
Evangelio a todos los hombres y así descubran que la redención nos viene de
Cristo, oremos.
Por nuestra patria, para que todos
los que habitamos esta tierra, hagamos realidad en nuestras vidas el mensaje
del Evangelio y transformemos nuestra nación en una patria nueva, oremos...
Por todos los jóvenes, para que respondan comprometidamente al
llamado de tu Hijo a ser los ministros sagrados, por cuyas manos Él se
multiplique como Pan de Vida hasta la consumación de los tiempos, oremos...
Por todos los católicos, que la comunión del Cuerpo de tu Hijo nos
enseñe a compartir nuestros bienes con los más necesitados y que, imitándolo
podamos no sólo entregar lo que tenemos, sino lo que somos, oremos...
Por todos nuestros queridos difuntos
que se alimentaron en la Mesa del Señor, para que participen para siempre de la
celebración eterna, oremos...
PRESENTACIÓN
DE LAS OFRENDAS:
Acompañemos con nuestro
canto a estos hermanos que, en representación de toda la comunidad, acercan las
ofrendas que serán presentadas al Padre y son signo de nuestra generosa entrega
a su servicio, e imitando a su Hijo, el deseo de ponernos humildemente a los
pies de nuestros hermanos.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el
celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se
hace poner de pie a la asamblea
COMUNIÓN:
También esta tarde damos
gracias al señor por haber instituido este gran sacramento. Lo celebramos y lo
recibimos a fin de encontrar en él la fuerza para avanzar por el camino de la
existencia esperando el día del Señor.
DESPUÉS
DE LA ORACIÓN POST COMUNIÓN, Y PREPARADO EL COPÓN SOBRE EL ALTAR
INCENSACIÓN
DEL SANTÍSIMO DEL PÁRROCO, TERMINADA SE DICE
TRASLADO:
Jesús, el Pan de Vida
queda presente en la comunidad cristiana. Hoy más que nunca agradecemos su don,
adoramos su presencia sacramental entre nosotros.
Llevaremos solemnemente
el Cuerpo de Cristo, "procesión eucarística que recuerda aquel momento
particular en que Cristo, acompañado por los Apóstoles, salió del cenáculo, una
vez concluida la cena pascual".
Vamos a adorarlo y
expresarle nuestro reconocimiento; y hasta la medianoche cada cual procurará
ofrecerle un poco de su tiempo, viniendo a acompañarlo y velar junto a Él,
recordando las palabras que en el Huerto de los Olivos dijo a sus discípulos y
que hoy nos las dice a cada uno de nosotros: "¿Es posible que no hayan
podido quedarse despiertos conmigo ni siquiera una hora?".
SALIDA
EN SILENCIO
AVISOS PARA
LA CELEBRACIÓN DEL VIERNES
1º. El
templo estará abierto para la adoración al Señor hasta las 00:00 hs.
2º. Mañana
viernes de pasión, todo el día permanece la Iglesia abierta a la oración de los
fieles con adoración simple, hasta el horario de la celebración de la Pasión 15
hs. y Vía Crucis a las 18 hs.
3º Este
viernes santo, por ser además primer viernes de mes, la colecta que se hará en
la celebración de la Pasión está destinada a Apostolado de la Oración para la
provisión de todo lo necesario para el altar, desde ya muchas gracias.
Todos los
que lo deseen pueden retirarse en sagrado silencio
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