DOMINGO 20 DE MARZO DE 2022
DOMINGO IIIº DE CUARESMA
ENTRADA
Nos encontramos en el tercer domingo de Cuaresma: el tiempo en que
caminamos hacia la Pascua; el tiempo en que Cristo nos llama a compartir una
experiencia que puede cambiarnos radicalmente: la experiencia de renovarnos, de
convertirnos, de abrirnos decididamente hacia la vida de Dios.
1ª.
LECTURA: (Ex 3, 1-8a. 10.
13-15)
"Dios revela a Moisés su nombre, para que lo comunique al pueblo de
Israel. Se establece así una relación especial de confianza y familiaridad
entre Dios y su enviado, que se convertirá en instrumento de Dios para la
liberación de Israel de la esclavitud de Egipto."
SALMO RESP.: (102,
1-4. 6-8. 11)
R. El Señor es bondadoso y
compasivo.
2ª.
LECTURA: (1
Co 10, 1-6. 10-12)
San Pablo nos recuerda la historia de Israel, cuando salió de Egipto y
atravesó el desierto hacia la Tierra prometida, y de ella saca enseñanzas para
nuestra vida de bautizados.
Escuchemos a Jesús en el santo Evangelio, que nos hace ver la paciente
misericordia de Dios y nos insiste en la urgencia de nuestra conversión.
ORACIÓN
DE LOS FIELES:
“Escucha Señor nuestra oración”
v Señor que escuchemos el llamado de tu Iglesia, que nos urge a morir
con el Señor a nuestro hombre viejo, para resucitar luego con Él a una vida
nueva, te pedimos...
v Para que esta Iglesia diocesana de Villa María, junto a nuestro
Obispo, ponga nuestra disponibilidad y presteza para secundar los planes de
Dios y nuestra prontitud para seguir su voz, te pedimos...
v Para que todos los que habitamos esta nación, podamos tomar
conciencia de la urgencia de una profunda conversión de nuestras vidas, te
pedimos...
v Porque queremos vivir tu misericordia, manifestándola con obras
concretas hacia nuestros hermanos sufrientes y más necesitados, te
pedimos...
v Por el aumento de las vocaciones sacerdotales, religiosas y
misioneras, te pedimos...
Por la paz en el mundo entero,
pero especialmente entre los pueblos ruso y ucraniano, a fin de que cese la
guerra, te pedimos…
PRESENTACIÓN
DE LAS OFRENDAS:
Junto a estos dones, y al ofrecernos a nosotros mismos, ofrezcamos al Padre
un sincero propósito de saber perdonar a nuestros hermanos, tal como Él nos
perdona a nosotros.
Al
término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del
altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
COMUNIÓN:
En su caminar hacia la Tierra prometida, los judíos comieron el mismo
alimento milagroso y bebieron de la misma bebida espiritual, pero no todos
entraron en ella. Que esta participación en el alimento del Señor sea realmente
un impulso para nuestro camino hacia el Reino de Dios.
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