C A R T A P A S T O R A L
Parroquia
“Ntra. Sra. del Rosario”
Leones,
20 de enero de 2015.
Queridos hermanos y
feligreses de la parroquia:
Ante todo
deseo saludarles de corazón al ir
promediando este segundo mes de estar entre Uds. como sacerdote en la comunidad
parroquial. Las circunstancias de esta primera carta está motivada por dos
puntos que desearía compartir a fin de ir tomando conciencia lúcida acerca de
la vida de la parroquia y los ministros sagrados, de lo cual se habla mucho,
pero a veces poco se sabe.
Los que por la gracia hemos sido llamados a esta
vocación particular en el Pueblo de Dios (la Iglesia), marcados por el
sacramento del orden, tenemos el deber
de estar al servicio de las necesidades espirituales de los fieles que se
nos asigna por voluntad del Obispo, sucesor de los Apóstoles. Esta misión en
nuestro caso se ve afectada por la falta de ministros, hecho por el cual, un
solo párroco tiene que atender la cuantiosa feligresía de la ciudad de Leones,
y también la de la hermana localidad de San Marcos Sud. Como cura Párroco,
además tengo la delicada tarea de atender la “Comisión de Justicia diocesana”, por lo que demanda estar presente
en la ciudad de Villa María, atendiendo al mismo tiempo la asesoría de la Junta Diocesana de Acción de Católica
con sede en la misma ciudad. Esto motivó
al obispo de asignar a nuestra parroquia la ayuda diligente del ministerio
diaconal de Raúl Prado, el que me ayudará en mi ministerio sacerdotal en todo
lo que su Orden le permita. Es ciertamente una gracia de Dios, que teniendo por
un lado las carencias que tenemos, sin embargo nos veamos bendecidos por otro
ministro, que en el futuro será ordenado sacerdote. Entiendan queridos
feligreses las limitaciones de esta situación, sepan comprender y sobre todo,
ayúdenme a poder cubrir con eficacia y caridad los distintos deberes y
obligaciones que me tocan.
La segunda cuestión es
referida a la digna sustentación del
culto y los ministros. Los clérigos católicos, no tenemos ninguna subvención de
ninguna especie, vivimos de la caridad de Uds. Los esfuerzos que llevan
adelante los Consejos de Asuntos Económicos de las parroquias son muchos, pero
siempre insuficientes, sobre todo como en nuestro caso con varias capillas y
edificios sagrados, algunos de mucha antigüedad, entre ellos la misma casa en
que habitamos los ministros. El aseo y
la dignidad del lugar sagrado, como el vivir con dignidad humana y cristiana,
está encomendado a la solicitud del párroco, mi tarea es entonces esclarecer,
informar, y alentar el corazón de los fieles para que sean generosos en esta
obligación ligada a la virtud de la
religión y la justicia, que se corresponde al deber de los ministros de
servir. El culto a Dios merece un lugar que, sin ser ostentoso sea bello y
decoroso del que es honrado, Dios nuestro Señor. El sostenimiento de los
clérigos es igual al de cualquier ser humano en la tierra (mutual, jubilación, manutención, medicamentos, movilidad, estudio,
etc.), esto es parte
de las obligaciones de los creyentes, por eso, les pido con toda humildad y
sinceridad en nombre del que nos ha
enviado, Jesucristo el Señor, ayuden con mayor empeño a este cometido, ya
que seremos dos personas disponibles a la comunidad. Las colectas de las misas,
las intenciones, los aranceles sacramentales, son el único ingreso genuino con
el que contamos, y son mucho más escasos de lo que algunos pueden llegar a
pensar, por ello, los llamo a una profunda reflexión en este sentido a fin de
que el Espíritu los aliente a dar generosamente con alegría tal como lo pide el
Apóstol San Pablo (cfr. 2
Cor 9,7).
Igualmente,
les exhorto a unirse a todas las acciones del Consejo Económico de la
parroquia, se lucha cotidianamente para poder mantener los servicios básicos (electricidad, gas, agua, sueldos ley de
empleados, teléfono, seguros, etc.), como ocurre en toda casa y Uds. bien
conocen de esto. Los gastos de mantenimiento de la Iglesia parroquial en la
sede, los salones, la casa, y las Capillas que lamentablemente vienen sufriendo
un progresivo deterioro de años deben ser custodiados de tal manera que podamos
mantener entre todos estos espacios que son propiedad de la comunidad entera. La feligresía de Leones nunca ha faltado en
generosidad para estos cometidos, confiando en esto, y la gracia de Dios, en
esta coyuntura particular les encomiendo este esfuerzo: seamos abundantemente generosos, Dios no dejará de bendecir el
ciento por ciento en bienes espirituales y materiales esta colaboración.
Desde ya, tanto yo como Párroco, como el
Diácono Raúl, estamos a disposición de todos en las cosas santas, les ruego
apoyo, comprensión, y generosidad para que sembremos más y mejor las semillas
de la Palabra de Dios para el crecimiento del Reino que comienza aquí, y
termina en la eternidad.
En todo agradecido, los
saludo en Jesucristo, su Madre la Virgen del Santísimo Rosario, Patrona y Madre
jurada de Leones.
P. José María Delfino
Párroco
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